A pesar de las altas temperaturas que hemos sufrido sobre todo al final del campus, tanto jueves como viernes, los niños han tenido muchísima paciencia, se han comportado bien, hemos tenido la capacidad de pasarlo bien todo el tiempo que hemos estado en el campo de fútbol siempre a través de la pelota e intentando hacer ejercicios específicos para cada una de las edades.
Hemos tenido la suerte, también, de contar con unos monitores que han estado muy entregados, al cien por cien y haciendo muy bien las cosas.
Creo que lo más importante cuando haces un campus es que los niños se lo pasen bien.
Estoy contento y satisfecho de cómo ha salido.
Hemos tenido quince niñas, setenta y cinco niños en total, hemos batido récord en este aspecto y el club Deportivo Caspe debe sentirse súper contento de cómo ha salido y que la gente haya terminado tan satisfecha como así no los han hecho saber.